Las primeras noticias o
documentos fidedignos del arte del bonsái, datan de comienzos del siglo XIV y
es muy posible que su cultivo se iniciara mil años antes.
Los chinos fueron los primeros en
trasplantar árboles enanos de las laderas de las montañas y precipicios a
recipientes ornamentales, y en apreciar la misteriosa y peculiar belleza de
estos árboles en sus hogares y jardines. Sin embargo fueron los japoneses quienes luego perfeccionaron
el arte del cultivo de árboles bonsái. Recientemente el interés por el bonsai
se a extendido por Occidente, habiéndose fundado clubs en la mayoría de los
países.

Los inicios de un árbol para bonsái
pueden ser igual al que uno normal; pueden recolectarse del campo, cultivarse a
partir de semillas, cortando, acodando o injertando por lo que las necesidades diarias de un árbol bonsai
son exactamente las mismas que las de cualquier otro árbol. Suficiente agua
para que no se seque, alimento y una buena mezcla de cultivo para que las
raíces se desarrollen, aire y luz solar ya que ningún bonsái puede mantenerse
permanentemente en el interior.
El cultivo del bonsái no es
cruel; no lo es más que tener plantas caseras en maceta o podar los frutales o
setos. El bonsái produce frutos y flores en la estación y si se cuida
adecuadamente sobrevivirá más que sus congéneres en el campo o el bosque. Hay
árboles bonsái de centenares de años los cuales son muy apreciados entre los
aficionados y los entusiastas pudientes pagan altos precios por estos raros y
bellos especímenes. Pero los principiantes en el cultivo bonsái se consolaran
con saber que sus propios esfuerzos resultarán tan satisfactorios como
cualquiera de estas piezas maestras.
Un enebro de 25 cm de alto (juniperus rigida), 90 años, en estilo tronco escindido
Árboles
para el cultivo bonsái
Hay que tener cuidado al elegir
las variedades para el cultivo, puesto que las distintas partes del deberán
mantenerse a una escala razonable. En términos generales son preferibles las
especies con agujas u hojas pequeñas, ya que, aunque las de los arboles de hoja
caduca pueden reducirse en tamaño hasta un cierto grado, la tarea resulta mucho
más difícil con las coníferas.
Los árboles perennes más
populares para el bonsai son los pinos (pinus),
enebros (juníperos) y piceas (picea). Los dos últimos suelen tener
hojas aciculares muy cortas.
Entre los pinos se prefieren las
variedades de aguja corta, aunque el pino negro japonés (pinus thunbergii) puede ver reducido el tamaño grande de las suyas
quitando cada dos años todas las nuevas. Otros perennes populares son el cedro
japonés (cryptomeria) y el tejo (taxus).
En la mayoría de los árboles de
hoja caduca puede reducirse notablemente el tamaño de estas trasplantando en
macetas con muy poca frecuencia y haciendo esquejes foliares. También
aquí se prefieren las variedades de hoja menuda: varios arces, olmos, carpes,
hayas y abedules.
Al elegir árboles con flores y
frutos hay que tener en cuenta el tamaño de estos y de las hojas de forma que
se mantengan las proporciones todo el año. Por ejemplo, un manzano normal puede
resultar muy raro cuando tiene frutos, pero un manzano silvestre (malus) estará a escala perfecta si los
frutos son del tamaño de una cereza grande. Muchos arbustos de flores y frutos
pequeños, tales como cotoneaster, constituyen
excelentes bonsái.
En la imagen se muestra una guía sobre las hojas de bonsai.
1. Pino
negro japonés (pinus thunbergii)
2. Variedad
de picea (picea) de aguja corta
3. Tejo
(taxus bacata)
4. Cedro
japonés (cryptomeria japónica)
5. Enebro
chino (juniperus chinensis)
6. Arce
tridente (hacer trifidum)
7. Haya
(fagus sp)
8. Abedul
(betula sp)
9. Olmo
chino (ulmus parvifolia)
10. Carpe
(carpinus sp)
11. Manzano
(malus floribunda)
12. Varias
especies de Prunus, incluyendo cerezos, melocotoneros y albaricoqueros.
13. Wisteria
14. Cotoneaster
horizontalis
15. Especies
de hoja estrecha de Azalea.
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