domingo, 16 de septiembre de 2012

Macetas y Apoyo


La Maceta y el apoyo


En la composición del bonsái, la maceta cumple un fin similar al del marco en una pintura. Debe complementar al árbol y no restarle valor apareciendo de color demasiado vivo o llamativo.
Como el recipiente debe durar de 2 a 3 años debe elegirse con mucho cuidado.

El tamaño varía desde menos de 3 cm de altura hasta más de 45 cm.
Las macetas que son planas suelen utilizarse para grupos de árboles o paisajes en miniatura; los altos generalmente redondos o cuadrados, están diseñados para árboles en cascada. 



Los colores suelen ser moderados. Son comunes los tonos marrones, azul oscuro, verde, blanco grisáceo. Los colores brillantes se usan ocasionalmente para árboles con flor. La maceta puede estar esmaltada por fuera, pero nunca por dentro.



Las formas más sencillas, rectangulares, ovales, hexagonales, redondas suelen ser mejores que los diseños complicados, especialmente para los arboles perennes y los modelos más formales.



Las macetas deberán tener los suficientes orificios de desagüe para permitir la salida del agua residual y una buena circulación del aire alrededor de  las raíces
Como el árbol estará la mayor parte del tiempo en el exterior tanto en verano como en invierno,  las macetas deben ser resistentes a altas y bajas temperaturas.

Cuando hablamos de Apoyo, una tabla de madera o una esterilla de bambú, por ejemplo, puede resaltar la presencia del bonsái en el hogar. Los árboles en cascada y los altos requieren de una base más elevada y ancha. Un pequeño adorno una figurita de bronce o incluso una piedra puede complementar la composición.


domingo, 9 de septiembre de 2012

El Viejo arte del Bonsai


Las primeras noticias o documentos fidedignos del arte del bonsái, datan de comienzos del siglo XIV y es muy posible que su cultivo se iniciara mil años antes.
Los chinos fueron los primeros en trasplantar árboles enanos de las laderas de las montañas y precipicios a recipientes ornamentales, y en apreciar la misteriosa y peculiar belleza de estos árboles en sus hogares y jardines. Sin embargo fueron los japoneses quienes luego perfeccionaron el arte del cultivo de árboles bonsái. Recientemente el interés por el bonsai se a extendido por Occidente, habiéndose fundado clubs en la mayoría de los países.
La palabra bonsái significa simplemente “una planta en una bandeja” en otras palabras, es el arte de reflejar en miniatura, por medio de técnicas de cultivo, toda la forma de un árbol silvestre maduro en una bandeja.
Los inicios de un árbol para bonsái pueden ser igual al que uno normal; pueden recolectarse del campo, cultivarse a partir de semillas, cortando, acodando o injertando por lo que  las necesidades diarias de un árbol bonsai son exactamente las mismas que las de cualquier otro árbol. Suficiente agua para que no se seque, alimento y una buena mezcla de cultivo para que las raíces se desarrollen, aire y luz solar ya que ningún bonsái puede mantenerse permanentemente en el interior.
El cultivo del bonsái no es cruel; no lo es más que tener plantas caseras en maceta o podar los frutales o setos. El bonsái produce frutos y flores en la estación y si se cuida adecuadamente sobrevivirá más que sus congéneres en el campo o el bosque. Hay árboles bonsái de centenares de años los cuales son muy apreciados entre los aficionados y los entusiastas pudientes pagan altos precios por estos raros y bellos especímenes. Pero los principiantes en el cultivo bonsái se consolaran con saber que sus propios esfuerzos resultarán tan satisfactorios como cualquiera de estas piezas maestras.

Un enebro de 25 cm de alto (juniperus rigida), 90 años, en estilo tronco escindido

Árboles para el cultivo bonsái
Hay que tener cuidado al elegir las variedades para el cultivo, puesto que las distintas partes del deberán mantenerse a una escala razonable. En términos generales son preferibles las especies con agujas u hojas pequeñas, ya que, aunque las de los arboles de hoja caduca pueden reducirse en tamaño hasta un cierto grado, la tarea resulta mucho más difícil con las coníferas.
Los árboles perennes más populares para el bonsai son los pinos (pinus), enebros (juníperos) y piceas (picea). Los dos últimos suelen tener hojas aciculares muy cortas. 
Entre los pinos se prefieren las variedades de aguja corta, aunque el pino negro japonés (pinus thunbergii) puede ver reducido el tamaño grande de las suyas quitando cada dos años todas las nuevas. Otros perennes populares son el cedro japonés (cryptomeria) y el tejo (taxus).
En la mayoría de los árboles de hoja caduca puede reducirse notablemente el tamaño de estas trasplantando en macetas con muy poca frecuencia y haciendo esquejes foliares. También aquí se prefieren las variedades de hoja menuda: varios arces, olmos, carpes, hayas y abedules.
Al elegir árboles con flores y frutos hay que tener en cuenta el tamaño de estos y de las hojas de forma que se mantengan las proporciones todo el año. Por ejemplo, un manzano normal puede resultar muy raro cuando tiene frutos, pero un manzano silvestre (malus) estará a escala perfecta si los frutos son del tamaño de una cereza grande. Muchos arbustos de flores y frutos pequeños, tales como cotoneaster, constituyen excelentes bonsái.



En la imagen se muestra una guía sobre las hojas de bonsai.
1.       Pino negro japonés (pinus thunbergii)
2.       Variedad de picea (picea) de aguja corta
3.       Tejo (taxus bacata)
4.       Cedro japonés (cryptomeria japónica)
5.       Enebro chino (juniperus chinensis)
6.       Arce tridente (hacer trifidum)
7.       Haya (fagus sp)
8.       Abedul (betula sp)
9.       Olmo chino (ulmus parvifolia)
10.   Carpe (carpinus sp)
11.   Manzano (malus floribunda)
12.   Varias especies de Prunus, incluyendo cerezos, melocotoneros y albaricoqueros.
13.   Wisteria
14.   Cotoneaster horizontalis
15.   Especies de hoja estrecha de Azalea.